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Nun. Juro por el cálamo y lo que escriben:
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Tú, gracias a tu Señor, no eres un loco
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y, en verdad, hay para ti una recompensa sin límite
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y, en verdad, posees un nobilísimo carácter.
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Así pues, pronto verás y ellos pronto verán
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quién de vosotros está seducido por la demencia.
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En verdad, tu Señor es Quien mejor conoce quién se extravía de Su camino y Él es Quien mejor conoce a quienes están bien guiados.
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Así pues, no obedezcas a quienes desmienten.
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Ellos quisieran que tú dieses señales de tolerancia con ellos y así ellos darían señales de tolerancia contigo.
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Y no obedezcas a ningún perjuro vil
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que todo lo critica con ironía y autosuficiencia y es un murmurador, un calumniador,
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que impide el bien, es trasgresor y un gran malhechor,
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opresor arrogante y, además de todo eso, bastardo,
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so pretexto de ser dueño de bienes e hijos.
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Si le recitas Nuestros versículos, dice: «Fábulas de los primitivos.»
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Pronto le marcaremos los morros.
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En verdad, les hemos puesto a prueba igual que pusimos a prueba a los dueños del jardín, cuando juraron que recogerían sus frutos por la mañana,
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sin hacer excepciones.
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En la oscura noche cayó sobre él un azote enviado por tu Señor mientras ellos dormían.
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Así pues, amaneció como un árbol sin frutos.
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Y se llamaban unos a otros por la mañana:
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«Apresuraos para ir a vuestro jardín si queréis recoger la fruta.»
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Y se fueron hacia allá, hablando en secreto:
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«Hoy no entrará en él ningún necesitado.»
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Y marcharon temprano con premura, con la decisión tomada de cumplir su prohibición y de recoger rápidamente la fruta sin dar ni una pieza a los necesitados.
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Y cuando lo vieron, dijeron: «En verdad, nos hemos extraviado.
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¡No! ¡Hemos sido despojados!»
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El más moderado de ellos dijo: «¿No os dije que por qué no glorificabais a Dios?»
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Dijeron: «¡Glorificado sea nuestro Señor! En verdad, hemos sido opresores.»
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Y se volvieron unos a otros con recriminaciones,
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diciendo: «¡Ay de nosotros! ¡Hemos sido rebeldes!
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Puede que nuestro Señor nos dé a cambio algo mejor que él. En verdad, nos hemos vuelto a nuestro Señor completamente.»
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Así es el castigo. Y el castigo de la otra vida es, con seguridad, mayor. Si lo supieran...
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En verdad, para los temerosos de Dios hay, junto a su Señor, Jardines de Delicias.
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¿Acaso vamos a tratar a los musulmanes como a los malhechores?
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¿Qué os pasa? ¿Cómo juzgáis?
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¿O poseéis una Escritura en la que estudiáis,
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que, en verdad, os permite hacer lo que queráis?
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¿O poseéis alguna promesa de Nuestra parte que os garantice hasta el Día del Levantamiento cualquier cosa que juzguéis conveniente?
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Pregúntales quién de ellos garantiza eso.
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¿O acaso poseen socios? Entonces, que vengan con sus socios, si son sinceros.
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[Recuérdales] el día en el que se descubran las piernas y sean conminados a prosternarse y no puedan.
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Humillada su mirada, sobrecogidos por el abatimiento. Ciertamente, fueron invitados a prosternarse cuando aún estaban sanos.
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Déjame con quienes desmintieron éstas palabras. Les iré llevando gradualmente hacia su perdición sin que se den cuenta.
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Y les doy un plazo. En verdad Mis planes son sólidos y precisos.
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Acaso les pides una recompensa que les abruma por su peso?
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¿O conocen lo que está oculto a los sentidos y escriben?
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Así pues, ten paciencia y espera el juicio de tu Señor y no seas como el hombre del pez cuando suplicaba lleno de ira.
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De no haberle alcanzado una merced venida de su Señor habría sido arrojado a un árido desierto, execrado, reprobado, condenado.
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Su Señor le eligió y le puso con los justos y rectos.
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Y, en verdad, los que no creen están a punto de fulminarte con la mirada cuando escuchan el Recuerdo y dicen: «¡Verdaderamente, está loco!»
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¡Y no es más que un recuerdo para beneficiar a todo el mundo!